El basurero de una gran ciudad es el hábitat dramático donde se desenvuelve la vida de Tío, Gata y Loca. Tres personajes marginales que Javier Villanueva ha elegido para la construcción de La princesa de las noches blancas, una pieza que nos muestra unas relaciones interpersonales muy directas y condicionadas por un presente inmediato de supervivencia. Los celos, el amor y el
odio, se exhiben en una acción realista con un lenguaje que, en contraposición al medio, mantiene dosis de ternura poética.